miércoles, 31 de octubre de 2012

Venciendo la niebla




Niebla....niebla espesa y oscura que envuelve las calles y las plazas...que se prolonga más allá de los paisajes y se adentra, a veces, hasta el alma.
Frio que inunda el corazón y te deja aletargada...sin ánimos para respirar siquiera...sólo te apetece estar acurrucada...envuelta en una cálida manta de silencio, dejando que los pensamientos vuelen hasta alguna playa tranquila y soleada en la que poder desnudarte por completo de cuerpo y alma...y dejar que el tibio sol acaricie tu piel y te abrace con sus rayos de esperanza.

Pero...la niebla permanece prendida en las ramas de los altos chopos que bordean el rio...en el sauce que llora cada dia sus eternas lágrimas...en el roble...en las acacias...

Hay que volar, amiga mia...Hay que subir más alto...utilizar los sueños para llegar a la copa de los árboles más altos, para huir de la melancolía que se enreda en nuestras almas como hace la niebla en los altos chopos....y nos deja así, como dormidas sin sueños de colores....sin el brillo de las flores, sin aromas y sin risas que despiertan y que cantan.

Quiero llevarme tu niebla hasta donde nada ni nadie pudiera alcanzarla... Hasta las estrellas, que se esconden en su velo gris de gasa, y  se quedan casi rotas en la noche...como jirones de luz en busca de algún alma en la que quedarse dentro,  luminosa, haciendo que brille tu sonrisa y tu mirada.

Dame tus manos frias...Te daré mi calor esta mañana en la que la niebla no podrá con tus sueños, con tu alegría, con el color de tu amistad...con el calor sincero de tu alma...

¿Ves? ¡la niebla...ya levanta!