Noviembre apareció preñado de añoranzas
dando luz a la ausencia, alumbrando el dolor.
Dejando un gran reguero de flores olvidadas...
Flores que se marchitan sin lucir su color.
Es un mes escondido entre otoño e invierno
que no ha visto la lluvia de las hojas caer
alfombrando los campos, adornando el paisaje
como adornan las luces un gris atardecer.
Noviembre sabe a humo de hogueras encendidas,
de leños que se queman calentando el hogar.
De adioses desgarrados y de lágrimas quietas
que quieren deslizarse por el rostro...y llorar.
Llorar por ese tiempo en que fuimos felices
esperando el invierno y la nieve llegar.
Nuestras manos unidas, caminando al descuido...
ajenos a otra cosa que no fuera gozar.
Es Noviembre...y no veo blanquear los tejados
ni abro mi ventana para el frio sentir.
Hoy no hay nieve y están ya mis manos heladas
y...llegará diciembre..y me encontrará sin tí.
Adel