Se desprenden de mis manos las caricias,
cual plumas leves se las lleva el viento.
Saben a dónde van, dónde la espera
es eterna, dónde la piel es sentimiento.
También mis besos van tras los suspiros,
se refugian en las nubes, a la espera
de convertirse en lluvia o en rocío
para hacer brotar en tí mil primaveras.
Los surcos que la Vida en tí ha trazado
se llenarán de nuevos brotes, florecidos.
Lluvia de abril o atardecer de otoño.
Sentimientos de amor fortalecidos.
Deja que nazca en tí la primavera
árbol amado que en la vejez retoña.
Deja que crezcan nuevas ramas fuertes
para poder cobijarme yo a su sombra.
Adel
cual plumas leves se las lleva el viento.
Saben a dónde van, dónde la espera
es eterna, dónde la piel es sentimiento.
También mis besos van tras los suspiros,
se refugian en las nubes, a la espera
de convertirse en lluvia o en rocío
para hacer brotar en tí mil primaveras.
Los surcos que la Vida en tí ha trazado
se llenarán de nuevos brotes, florecidos.
Lluvia de abril o atardecer de otoño.
Sentimientos de amor fortalecidos.
Deja que nazca en tí la primavera
árbol amado que en la vejez retoña.
Deja que crezcan nuevas ramas fuertes
para poder cobijarme yo a su sombra.
Adel
"Lluvia de abril o atardecer de otoño"... el amor florece siempre cuando es regado con mimo.
ResponderEliminarPreciosos tus versos, siempre, querida Adel.
Mil besos.
A la espera de las nuevas ramas, de las flores nuevas. La estación es lo de menos, cuando el alma está dispuesta.
ResponderEliminarAbrazos
Que dulces versos de un florecer a la espera de que florezca. Tienes un blog muy bonito.
ResponderEliminarSaludos.
El renuevo del amor que, sin embargo, siempre es el mismo.
ResponderEliminarUn poema que acaricia el corazón directamente.
Un beso Adel
Preciosos versos como siempre Adel!
ResponderEliminarBesos