viernes, 9 de septiembre de 2011

A mano



¡Qué hermosa sorpresa! ¡Qué enorme placer recibir tu carta!
Sí, tu carta... escrita a mano. A mano... ¡Cuánto tiempo pasado desde aquellas cartas que, desde mis manos a otras manos, escribía con verdadero cuidado, ya que no era como ahora, que cualquier error o equivocación se soluciona dándole a una tecla y... ¡asunto solucionado! 

¡Qué hermoso encontrar en el buzón la blancura de un sobre en el que la persona por quienes mis pensamientos revolotean dia y noche por mis sueños y mis anhelos, ha dibujado mi nombre con esmero!. Un sinfín de sensaciones, en ese pequeño recuadro que contiene palabras secretas hasta el momento de ser reveladas descorriendo con cuidado la puerta que abre su tesoro a mi mirada.

Tiemblan mis manos ante su belleza y me siento incapaz de traducir su mensaje ya que un velo de emoción cubre mis ojos. Aprieto el sobre contra mi pecho. Más tarde descifraré su mensaje que, posiblemente sea algo similar al que mi corazón imagina.

Esta carta precisa una respuesta igual. Escritas a mano, es posible que mis palabras resulten aún más sinceras. Escritas a mano, las palabras salen más directas del  corazón, con más calor, con un sentimiento más verdadero. Eso es lo que a mí me parece.

Voy a cerrar por unos instantes esta ventana y voy a asomarme al balcón de mi alma para encontrar esas palabras y plasmarlas con cuidado en el blanco lienzo que conformará el mensaje que mi respuesta. Voy a escribirte mi carta a mano.

Adel

2 comentarios:

  1. Es verdad que ya se ha perdido aquello que antes nos tenía pendientes del cartero, con la ilusión casi a hora fija... ¡Era tan bonito! Recuperar la belleza de las cartas a mano me parece una hermosa idea, y guardarlas después en un cajón, donde quizá amarilleen con los años...
    Muchos besitos, querida Adel.

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  2. Que emocionante,recibir una carta personal,que no sea del banco o publicidad,por supuesto que merece ser contestada a mano,suerte.

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