miércoles, 17 de agosto de 2011

No pudo ser...




No pudo ser. Dejaste que la niebla
cubriera nuestros sueños.
Callaron las aves. Se durmió el silencio.
Ese silencio en el que tú y yo
alimentábamos sueños y dejábamos
que creciera, poco a poco, el deseo.
Pero, la niebla se ha hecho perenne,
permanece pegada al suelo,
crece y se extiende como hiedra
cubriendo nuestra piel, llevándose
cada día un poco más el sabor que
permanecía guardado en el recuerdo.

No pudo ser.
¡Qué poco duran las cosas hermosas!
Las vemos crecer y, apenas disfrutamos
unos instantes su presencia...
ya comienza su luz a decaer.
Como una tarde anticipada del invierno
cuando aún perdura la fragancia
de la suave luz del amanecer.
Como el leve suspiro después de haberse amado...
así se muere, a veces,
el instante mágico del placer.

De entre esa niebla surge
la melancolía que me envuelve toda.
Cierro los ojos para poder
contemplarte por última vez.
Un paisaje de verdor
te acoje entre sus brazos
y se lleva tu imagen de mi memoria
a un mundo de recuerdos en el que,
con mimo y con ternura, dejaré que repose,
por si algún día la niebla se disipa
y te veo, sonriente, aparecer.

Adel

4 comentarios:

  1. Dice el poema "te archivaré en algún protocolo de mi memoria" ¡por si algún día...! Dicen los versos que hay resignación, pero dice la autora que está varada en un esperar, y esperar, y esperar. Dice el lector que te felicita.
    Un abrazo.

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  2. Cuanto transmites con tus poemas...
    Es como un soplo de aire, entre tanta nueva poesía y tanto verso descuidado, leer algo como esto es recordar por qué existen los poetas, volver a vislumbrar lo que todo poeta (entre los que me incluyo, pese a haber "pausado" mis versos) verdadero siente al leer un verso de verdad.
    Me encanta.
    Te incluyo en mi lista, una pena no haberte descubierto hasta hoy.

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  3. Aparecer detras de la niebla, que belleza de palabrras. Seguire visitandote.Un abrazo

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